El punto de vista de un viejo divisionario

lunes, 2 de junio de 2008

Retazos del pasado

Intentando encontrar un recorte antiguo para un amigo, di con un papel viejo, de 1943 o 1944, con reflexiones mías de aquella época sobre un personaje que me deslumbró. Por aquel entonces acariciaba la idea de escribir unas memorias sobre el infierno blanco, lo que dejé correr, primero por las circunstancias de la vida, y segundo porque poco a poco fui viendo libros que contaban lo mismo que yo hubiera podido contar, pero mejor. De aquellos papeles pocos sobrevivieron a distintas mudanzas.

Vamos al papel que mencionaba. Conocí en Rusia, muy brevemente, pues regresé al poco tiempo, a un capitán, que procedía de las JAP. No las tenía todas conmigo por esto mismo, pero su sencillez, su nobleza y, porqué no decirlo, por que era muy bruto y eso a los levantinos siempre nos ha parecido un rasgo simpático, rompió toda barrera mental. Profundamente religioso, era alguien sin dobleces, igual paño al derecho y al revés.

Fue uno de los que murieron en Krasny Bor. Me contaron, años después, que murió gritando ¡Viva España! y cantando el Cara al Sol, lo que anoté tardíamente con tinta de distinto trazo.

Alfredo Miranda no era un camisa vieja, ni tan siquiera un simpatizante en los años de la persecución. Pero se ganó a la fuerza un hueco en los luceros, al lado de los mejores.

Quisiera pedir a los lectores de estas líneas, pocos o muchos, una oración por él.

¡Capitán Alfredo Miranda!

¡Presente!

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