Preocupado como estaba, le pedí a Alicia que indagara sobre el niño del otro día.
Como soy consciente de que algunos estarán preocupados, paso el parte.
Parece ser que tratan de confirmar el diagnóstico. El asunto puede ser de muy leve a terrible. Alicia conoce a un amigo de su edad con esa misma enfermedad, ya se sabe que basta con que una mujer este embarazada para que empieze a ver embarazadas, y es un chico sano, lo que le da ánimos. Piensa presentarselo.
Mientras tanto, el matrimonio ha recuperado la normalidad. El niño sigue bien y ellos esperan con más tranquilidad las visitas médicas y las pruebas.
Básicamente no ha cambiado nada, pero al menos, tienen más paz.
Que no es poco.
martes, 9 de diciembre de 2008
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