Por fin mi hijo se ha convencido de que no solo mis pulmones estaban bien, sino de que no era una locura mía el querer dejar su casa.
Quiero agradecer tanto mensaje de ánimo y ayuda a la recuperación que he recibido. No me parece lógico publicarlos, parecería un auto-homenaje, que tanto he detestado siempre.
Lo que si quiero es agradecer a mi nieta Alicia, ayer una niña, hoy futura ingeniera en ciernes, sus desvelos. Hasta el capricho más pequeño, casi antes de formularlo, ella se ofrecía a llevarlo a cabo. Como muestra, le pedí que dejara un aviso cuando mi hijo casi me secuestró al verme con los pulmones embotados, y ella decidió que no podía dejar un solo mensaje, que este tipo de páginas son como las plantas, como ella me contaba, que hay que regarlas aunque sea muy de vez en cuando para que no mueran. Gracias.
Estoy de vuelta.
viernes, 11 de abril de 2008
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2 comentarios:
Increible.
Este "blog" lo he descubierto hace poco y cda día me está gustando más. La verdad es que da gusto ver que aún quede gente que vale la pena en estos tiempos en los que el suicídio de Occidente es más que evidente.
Gracias
Procedo a enlazarte a mi "blog",
Gracias a ti.
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