El punto de vista de un viejo divisionario

martes, 29 de abril de 2008

Un vídeo

Mi nieta Alicia vino a mi casa emocionada ayer por la tarde. Me quería enseñar un vídeo que le gustó mucho. Lo ví y la verdad es que, no se si producto de la edad, o del cariño que se derrama del video, me emocioné también yo. Muchos recuerdos, más por la banda sonora que por las imágenes.


Le pedí que me hiciera el favor de colocarlo aquí y eso estamos haciendo entre los dos. Gracias, niña.

Yo tenía un camarada, de entre todos el mejor.

No, uno no. Veinte mil. Esperadme en los luceros.

sábado, 26 de abril de 2008

CV cumpleaños

Esta semana pasada he vuelto a Madrid, con el enfado consiguiente de mis hijos. Todo empezó tomando un café, vicio que mantengo mientras el médico no diga lo contrario, con un joven camarada. Joven de 60 años prejubilado de telefónica, pero a mi lado, casi un niño.

Me dijo que en un arrebato de locura, el y dos aun más jóvenes, tenían previsto hacer un viaje relámpago a Madrid el día del cumpleaños de José Antonio. Poca cosa: una comida de camaradería con gente que ejerce de madrileño, una visita a la calle Génova, para al menos estar bajo la fachada en tal fecha, misa de siete en Santa Bárbara y volver poco a poco, parando cuando hiciera falta y cenando por el camino. Un día distinto para un jubilado como él, y un dia de permiso para los dos más jóvenes.

Y le pedí que me apuntase a la locura, que cuatro locos ríen más y más fuerte que tres. "Pensat i fet", que dicen en mi tierra.

Cenando en Motilla del Palancar un plato indebido a mi edad, pidiéndoles perdón por el retraso que mi próstata y yo les habíamos ocasionado, el más joven de todos, con una voz temblorosa por la emoción, dijo "Mira, Sento, desde que dejé la O.J.E., y los buenos ratos que en el hogar pasábamos, no recuerdo unos momentos de camaradería tan entrañables como los de este día".

Y la emoción nos contagió a todos.

En el fondo, somos unas flores cándidas. ¿Y así queremos lanzarnos a la conquista del estado?

viernes, 18 de abril de 2008

De delincuentes y niñas rosas

Cuando estuve en Paraguay, hice gran amistad con un mejicano que tenía negocios en la zona y visitaba frecuentemente las legaciones, consulados, embajadas...

De aquel se me quedaron fijas en la memoria auditiva unas cuantas frases hechas, giros idiomáticos de esa dulce tierra. Uno de ellos, el de "niñas rosa" para definir a chicas que cuidaban su aspecto más que su intelecto, con una protección casi excesiva de sus familias y mimadas, forma parte desde entonces de mi vocabulario básico.

Cuando se nombró este gobierno, con tal profusión de mujeres que, no por ser mujeres, sino por sus trayectorias, se veía claro que no eran precisamente las más capacitadas para ocupar esos ministerios, que más que perfil de ministras lo tenían de niñas rosa, que no rojas, mi ceño se frunció hasta que alguien, con quien discrepo en lo ideológico y que pocas simpatías por otra parte me despierta, casi me hizo reír: fue la salida explosiva de Berlusconi.

Claro que después salió Alfonso Guerra preguntándose si ese Berlusconi no era más que un delincuente.

¿Y tu, Alfonsito? ¿recuerdas el episodio de tu hermano? ¿recuerdas cuando medio estado, desde el director general de la Guardia Civil hasta la cúpula del BOE estaba en la cárcel o en busca y captura?.

A veces hablan los que deben callar.

domingo, 13 de abril de 2008

Un impresentable y un encuentro gratificante

Esta mañana he bajado a comprar la prensa. Hace años que abandoné la idea de seguir un periódico a diario, desde que me di cuenta de que cualquiera de ellos, de El País a ABC no eran más que meras copias unos de otros, con pinceladas quizá de un tono distinto en ocasiones, pero no por ello menos tóxicos.

Pero es domingo. Y los domingos si leo la prensa, en una tradición heredada de mi vida laboral, cuando trabajaba de lunes a sábado (los sábados, en casa, solía adelantar mucho trabajo, algo que hoy mucha gente ve de forma muy extraña). Los domingos me despertaba muy temprano, bajaba a por la prensa, le daba una ojeada mientras la tropa se levantaba, nos íbamos a misa y, por la tarde, mientras los chicos hacían deberes o, ya mayores, se iban a dar un garbeo, mi mujer y yo descansábamos: ella leía alguna novela, y yo hacía el crucigrama, antes de retomar el libro que me esperaba en el sillón.

Con el tiempo, solo hay un ingrediente nuevo: mi soledad. Me despierto muy temprano, compro la prensa, me voy directamente a misa, y al regreso, mientras desayuno, ojeo las mentiras que me quieren contar.

No sigo un mismo periódico. Mi fidelidad se la llevó el cierre de Arriba, y terminó de morir para la prensa en general cuando Rafael García Serrano murió y con el sus dietarios y tantas páginas estupendas. Ahora, hago como los niños: me quedo con la oferta mejor.

Esta temporada estoy siguiendo el periódico ABC, porque regalan cada domingo tres películas de lo que llamaré con cariño "mi época". Puede que sea un ejercicio de nostalgia, pero me sirve para encender de vez en cuando el televisor y ver algo que no es totalmente deleznable.

Pues bien, esta mañana me he encontrado con dos sorpresas: una desagradable y otra agradable.

Recién salido del quiosco, un niñato que tenía todos los indicios de arrastrar una borrachera desde el día anterior, quizá por verme con el ABC, quizá por reparar en la insignia de la división que siempre llevo en la chaqueta (lo dudo, me parece que muy poca gente sabe ya lo que significa este escudo), empezó a insultarme. Lo primero que me llamó fue facha, para seguir con una espiral de palabras irreproducibles.

Aunque mi cuerpo ya no me acompaña con la agilidad de hace años, mi palabra suele ser rápida. Pero no hizo falta ni que abriera la boca. De repente apareció una mano de no se sabe donde que le dejó el recuerdo de sus nudillos en la cara del espontáneo. Era un amigo de mi nieto Eduardo, que, casualidad, venía del trabajo (es vigilante de seguridad en una empresa de un polígono industrial) y desde lejos vio lo que se mascaba.

De bien nacidos es ser agradecidos, así que le dije que cuando descansara, pasara por casa para merendar y charlar. Acaba de irse hace unos minutos. Le he querido hacer un regalo cuando marchaba, pero me lo ha rechazado diciéndome que el mejor regalo que le podía hacer, ya se lo había dado esta tarde.

Y me he quedado de forma agradable doblemente sorprendido. Hacía mucho que no me encontraba con seres humanos así. Y quería compartirlo.

sábado, 12 de abril de 2008

Bono y las mentes preclaras

Decía Zapatero en su investidura que "Nadie puede sensatamente imaginarse que España sería lo que hoy es si su sistema educativo se correspondiera con la caricatura que en ocasiones se traza de él"

Casi me caigo de la silla. Pero la mejor certificación de que mi sorpresa no es producto de una indigestión producida por los antibióticos en el cansado cuerpo de un facha trasnochado, la dio Bono cuando, quizá a sabiendas de como era la tropa, para dejar al resto de sus compañeros de momio como se merecen, dijo que "vamos a efectuar el sorteo por insaculación". Y estos, entre los que abundan abogados, médicos y otros titulados universitarios, que no son precisamente pobres obreros que no han podido ir al colegio, que no deberían al menos ser iletrados cuya toda cultura provenga de los culebrones mexicanos y de la prensa del corazón, se rieron, quizá pensando que se trataba de una gracieta de bono mencionando partes del cuerpo non sanctas.

Después, nos quejamos de los niños y de los jóvenes. Decimos que nuestra juventud está muy mal preparada.

¡Y que queremos, con estos padres de la patria!.

------

Tomen nota, señores diputados:

insacular
:Poner en un saco, cántaro o urna, cédulas o boletas con números o con nombres de personas o cosas para sacar una o más por suerte. Introducir votos secretos en una bolsa para proceder después al escrutinio.

Esto, tomado del diccionario de la Real Academia Española.

viernes, 11 de abril de 2008

Seré breve

Por fin mi hijo se ha convencido de que no solo mis pulmones estaban bien, sino de que no era una locura mía el querer dejar su casa.

Quiero agradecer tanto mensaje de ánimo y ayuda a la recuperación que he recibido. No me parece lógico publicarlos, parecería un auto-homenaje, que tanto he detestado siempre.

Lo que si quiero es agradecer a mi nieta Alicia, ayer una niña, hoy futura ingeniera en ciernes, sus desvelos. Hasta el capricho más pequeño, casi antes de formularlo, ella se ofrecía a llevarlo a cabo. Como muestra, le pedí que dejara un aviso cuando mi hijo casi me secuestró al verme con los pulmones embotados, y ella decidió que no podía dejar un solo mensaje, que este tipo de páginas son como las plantas, como ella me contaba, que hay que regarlas aunque sea muy de vez en cuando para que no mueran. Gracias.

Estoy de vuelta.

martes, 1 de abril de 2008

SOY ALICIA DE NUEVO

Traigo buenas noticias. Mi abuelo ya está saliendo a la calle y parece con fuerzas (hoy ha comprado un libro en el quiosco que tenemos bajo de casa y los gritos que daba contra el autor se podrían oir en la suya). En días, se marchará a su casa de nuevo. El quería irse hoy mismo, pero mi padre le ha pedido que se quede unos días más. Con esto el blog ganará y yo perderé las tertulias que tenemos después de la cena. Y los debates que mantiene con mis padres, en los que me toca estar callada si quiero seguir saliendo los sábados.

No modero los comentarios, porque no soy quien debe eliminarlos o aprobarlos. Pero si que se los imprimí y leí y, me consta, se emocionó al ver las pruebas de cariño que le mandaban gentes de las que les separan muchos kilómetros y años (él dijo camaradas). Me pide que "os haga partícipes de su mucho aprecio".

Siento no ser más extensa: estoy en un ordenador de la facultad y no es el sitio oportuno.