El punto de vista de un viejo divisionario

jueves, 31 de enero de 2008

Los autobuses no son para viejos

Hace un par de días, contrariamente a mis costumbres, tomé un autobús. Y no digo esto por ser un "exquisito", ni por nada similar. Sencillamente, el médico me recomendó caminar y siempre que puedo, camino. Y si tengo prisa, tomo un taxi o recurro a hijos y nietos.

Pero ese día, sin prisa alguna, llevaba un par de bolsas que me hacían cansarme. Así que tomé un autobús de la empresa municipal.

El autobús estaba lleno sin llegar a estar repleto. Por supuesto los asientos para minusvalidos, embarazadas y ancianos estaban ocupados. En el lado donde yo me encontraba (andar por dentro de un autobús en marcha, con mi edad y con bolsas, se convierte en algo parecido a una aventura) había dos asientos: uno ocupado por una chica embarazada, y otra ocupada por un joven quien por sus rasgos me pareció un ciudadano del este de Europa, de tantos que escapan del caos que dejó el comunismo para venir a lo que se llamaba hace años el mundo libre. La chica pretendió levantarse para cederme el asiento, algo que no permití. El joven no hizo ademán alguno de levantarse, aun más, se hizo el distraído, a pesar de algún comentario que un par de señoras le lanzaron. No importa. Soy viejo, pero no enclenque. Al cabo de cuatro paradas, el joven se levantó. Entonces le pregunté si era un discapacitado psíquico, porque el cuerpo en apariencia lo tenía sano. Me miró como si quisiera fulminarme, perdonándome la vida.

A mi este suceso no me inspira odio, ni tan siquiera dolor. Me da tristeza. Lo veo triste porque, hace años, quizá demasiados, de ver algo similar, algún joven hubiera saltado de su asiento por dos motivos: para cedérselo al anciano, y para afear la conducta del que ocupa de manera indebida el asiento reservado, sea este rumano, magrebí o castellano de Ávila.

Y no. Tan solo las señoras mayores que venían cargadas con la compra le cantaron cuatro frescas. Los jóvenes... siguieron sentados. Lo que si me dolió es que no les cedieran sus asientos a esas señoras, de edad madura, y cargadas de bolsas de la compra.

España cambia demasiado rápido. Y no me gusta el sentido del cambio.

jueves, 24 de enero de 2008

Botín y su piedad

Oigo una noticia a la que no doy crédito. Botín, el banquero, ha regalado un manto a la Virgen del Pilar.

Hasta aquí, encomiable, en esta época en que el anticlericalismo resurge poderoso.

Pero resulta que el manto parece ser que lleva el emblema y los colores del banco. Y esto, más que una ofensa, una blasfemia, creo que casi es una herejía.

No tengo una cuenta en ese banco. Si la tuviera, no tardaría en cancelarla.

martes, 15 de enero de 2008

Naturaleza y entorno

Me llama uno de mis nietos para que vea un "blog". De blog a blog parece que va esto. Se trata del blog de Pepiño Blanco, analfabeto funcional que por mor de las circunstancias actuales parece ser que es alguien en la estructura de poder de España.

Y la verdad, lo primero que veo me abre unos ojos como platos. Dice el interfecto:

"El tiburón del capitalismo sale de la madriguera"

¿Hay por ahí algún alma caritativa que le diga a este perfecto inútil que quienes salen de las madrigueras son los conejos, no los tiburones? ¿confunde este alto cargo a los escualos con los tejones?

¿Ha aprobado este individuo algún plan de estudios? ¿Cómo ha podido ser eso?.

domingo, 13 de enero de 2008

Gracias

Me da vergüenza publicar algunos comentarios, porque parece que al hacerlo caigo sencillamente en la inmodestia.

No puedo dejar de escribir una sencilla línea:

"Escuetamente, gracias, como corresponde al laconismo militar de nuestro estilo"

Cena en El Pardo

El Rey cumplió 70 años y lo celebró en El Pardo. Acudieron todos los que son algo en la España de hoy. Rajoy, Zapatero,...

Sin miedo a fantasmas del pasado (el lugar debió intranquilizar a más de uno) acudió hasta el propio Carrillo, duque de Paracuellos.

No podía subir tan alto ese despojo humano ni la monarquía caer tan bajo. Un asesino en ese lugar... por cierto, un edificio público, donde ese sujeto fumaba sin que nadie le detuviese.

Asesino, me voy a permitir definirte con una palabra que se usaba en las chekas para señalar a los chekistas: hipucama. Pues no había insulto lo suficientemente grueso como para definir a vuestra ralea, y hubo que inventar esta mezcla entre hijo de puta, cabrón y maricón.

Puedo perdonar, pero no olvidar. Y no olvido a Ángel Ferrer Asín, ni a Gabriel Ferrer Otero, asesinados el siete de noviembre de 1936 en Paracuellos.

Ten por seguro que no lo olvido. Te lo asegura Sento Ferrer.

Espero no encontrarme contigo por la calle. Por mi bien.

miércoles, 2 de enero de 2008

Carta a los Reyes

A los Magos. Los otros, no me gustan nada.

Mi carta es muy simple: para mi y los mios, salud y medios para sobrevivir a los avatares de esta España presocialista.

Para España, Justicia Social. Que ya va siendo hora.

Para los políticos, ricino. Por via oral o anal, a elegir.

Para el mundo, paz.

Para todos, amor.

Páginas amargas

Cuando se tienen mis años y se es consciente del poco tiempo que resta entre los vivos, las lecturas se criban. No hay, literalmente, tiempo que perder.

Por eso, cuando me regalaron, con buena intención, si, una supuesta historia de la División Azul, en la que además habían sido entrevistados para ello alguno de mis queridos camaradas, antes de leerla, llamé por teléfono a un amigo de mi hijo pequeño, un auténtico devorador de páginas que hagan referencia a la División, con la seguridad de que él lo habría leído ya.

Cuando le dije que se trataba de un libro de “José Luis Rodríguez Jiménez”, me cortó la palabra. Me dijo que se le recordaba ya desde hace mucho, en sus orígenes de historiador, por merodear el SEU. “El puma”, le llamaban, con una mezcla de ironía y desconfianza. Conocía su “De héroes a indeseables”, que es como se llama su libro sobre la División, como también otros dedicados a la Falange. Y su opinión no era muy halagüeña. No obstante… la curiosidad pudo conmigo, y lo metí en la maleta cuando me fui a celebrar la Navidad a casa de mis hijos en Madrid.

Por si a alguien interesa la opinión de alguien que lo vivió, aquí va.

A modo de resumen, como ya he comentado antes, sabedor de que el tiempo que me queda es poco, escojo muy bien mis lecturas. Hay que aprovechar los minutos. Pues bien, la sensación que me llevé es que con este, tiré el tiempo a la basura.

La primera bofetada la recibo cuando veo que desprecia a las “fuentes interesadas”. Claro, el régimen, mentía para azucarar la historia. Y los falangistas tampoco somos de fiar. Así, le da la máxima verosimilitud ¡a un informe del Partido Comunista! (en la página 65). ¡Ay, bacalao, que tan pillao!

Disparo algunas de mis anotaciones, a modo de ejemplo.

Página 66: Habla de Valencia. Dice que de esta provincia es de las que menos voluntarios aportó… y poco después dice que Valencia y Murcia son las que más voluntarios han aportado ¿en que quedamos?

Página 74: Dice que Franco, militar excelente, estratega ejemplar… sabe poco de Napoleón. Sin comentarios.

Página 82. Al fin una nota positiva. Trae el recuerdo de cómo preferíamos el Cara al Sol frente al himno nacional. Nos ha fastidiado ¿podría ser de otra forma y preferir los falangistas la Marcha Real?.

Página 109. Habla de guripas despeados. Bravo, el término esta bien, es correcto…. Pero nosotros decíamos aspeados, tomado de los caballos. Como éramos nuestros propios caballos… éramos nosotros los que nos aspeabamos.

Página 110. Trata al tabaco como un vicio. Vale, bravo por este seguidor del gobierno del PSOE que mete en la cárcel a los que fuman pitillos y fusila a los que alguna vez fumamos un faria. Pero es que el tabaco en esas condiciones no es un vicio… es una herramienta para quitar el hambre, como sabe cualquiera que pasara por circunstancia semejante, caso que no es el del autor.

Página 210. Dice “A la tropa le da asco que le hablen de Alemania y Hitler”. ¡Si, tu estabas allí!

Hace una serie de desagradables consideraciones sobre la relación de los guripas con las prostitutas, en las que no me voy a meter. Como también pasaré por alto el patético capítulo sexto, “Españoles contra españoles”. En el, en la página 304 revisita el cuento de hadas de Ciges y de Berlanga… vaya… veo que no ha reparado en sus encendidos artículos en la "Hoja de Campaña”.

En fin, no sigo… o se me atragantará el café.

Feliz Navidad (atrasada)

Gracias a los que os habeis interesado pro mi silencio. Las causas son muy mundanas: con hijos repartidos por la piel de toro, uno parece un zíngaro en fechas como estas.

Este año, me ha tocado Madrid.

Que recuerdos...